El comisario, (2018)
Durome Romaguera.40x30x3 cm
Acrílico y resinas sobre tela.
Enmarcado.
En un giro cinematográfico, el lienzo de Eduardo Romaguera nos transporta al Bar del Carmen en la calle Turia, un lugar lleno de secretos y misterio. Aquí, un hombre calvo, el detective tras la búsqueda del asesinato, observa a través de una ventana. El bar esconde una puerta secreta que conduce a las plantas superiores, donde convergen el cielo y el infierno en una atmósfera inquietante.
La pintura captura este momento con una paleta de colores que juega con luces y sombras, creando un ambiente de tensión y misterio. Los detalles del bar, la expresión en el rostro del detective y la ventana que parece una ventana al desconocido, dan vida a la complejidad de la situación.
Con la mirada fija a través de la ventana, simboliza la búsqueda incansable del detective por la verdad detrás del asesinato. La puerta secreta añade una capa adicional de intriga, sugiriendo que hay más de lo que se ve a simple vista en este escenario en apariencia ordinario.
Las plantas superiores, donde el cielo y el infierno se entrecruzan, crean un contraste fascinante. Eduardo Romaguera, con su dominio del arte, captura la dualidad de estos elementos y la tensión entre lo que es visible y lo que está oculto.
En un giro intrigante de la historia, un nuevo elemento entra en juego a través de una llamada de teléfono.
El detective, que ha estado tras la búsqueda del asesinato, recibe pistas que lo llevan a conectar los hilos entre las dos mujeres que fueron parte del comienzo de la historia. La mujer que recibe la llamada se encuentra en la tranquila urbanización Los Monasterios de Valencia, y está representada en el lienzo mojando los pies en la piscina para refrescarse. Sin embargo, esta revelación trae consigo un giro impactante: ella está embarazada del asesino.
La llamada de teléfono, como un hilo conductor, une elementos previamente dispersos de la narrativa. El detective, con su perspicacia, descubre la conexión entre las mujeres y la verdad detrás del asesinato. La mujer en la urbanización Los Monasterios se convierte en un personaje clave, llevando consigo un secreto que agrega una nueva capa de complejidad a la trama.
El detective, la llamada de teléfono y la revelación en la urbanización Los Monasterios se unen en una danza de descubrimientos y emociones.
A medida que la colección "Jazz Colours" avanza, cada elemento en la trama se convierte en una pieza esencial en el rompecabezas narrativo. Eduardo Romaguera nos guía a través de esta experiencia visual, donde cada cuadro es un capítulo emocional, y donde las conexiones y los giros inesperados crean una trama profunda y fascinante.
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romaguera
4.500,00 €Precio