Falto muy poco. El 10 de Marzo de este año 2020 volé desde Valencia a Nueva York. Me esperaba mi amiga Ana y Gustavo en su apartamento del rascacielos Gehry en Manhattan. No nos mostrábamos inquietos pero la situación se complicaba a medida que pasaban los días.
Ana estudiaba los posibles escenarios que se darían en el estado de Alarma y gestionaba con un laboratorio la organización mundial del desarrollo de la vacuna contra el SARS, comúnmente nombrado COVID19.
Nueva York se comenzó a vaciar de gente, el gobierno envió un mensaje comunicando que debíamos volver lo antes posible, se comenzaron a suspender vuelos. A pesar de toda la presión pude experimentar la inmensidad de la ciudad de la gran manzana y pasar 10 días con ellos. Una fantástica experiencia que he retratado en una de mis pinturas sobre un tema que llevo trabajando años, Times Square.
El Metropólitan Museum de Nueva York pude verlo aunque al día siguiente se cerró. Parecía una maldición. Conforme se acercaba el momento de volver todo se apagaba, al día siguiente se clausuraron los aeropuertos. Por los pelos no llegamos.